Herbert Jeffrey Hancock (Chicago, 12 de abril de 1940), conocido como Herbie Hancock, es un pianista, teclista y compositor estadounidense de jazz. Excepto free jazz, ha tocado prácticamente todos los estilos jazzísticos surgidos tras el bebop: hard bop, fusión, jazz modal, funk jazz, jazz electrónico, etc.; en 2005 publicó el disco Possibilities, en el que se aproxima también a la música de baile.
Se trata de una de las figuras que más opiniones encontradas suscita dentro del jazz contemporáneo. Es un artista inquieto estilísticamente que se ha dejado influir por casi todas las tendencias musicales de la segunda mitad del siglo XX. No obstante, el estilo pianístico y de teclado de Hancock son completamente suyos, con su propios rasgos armónicos urbanos y complejos, y sus ritmos particulares. Habiendo estudiado ingeniería, Hancock estuvo siempre perfectamente preparado para la era electrónica: fue uno de los primeros maestros en el piano eléctrico Rhodes y en el clavinet Hohner. En todo caso, el piano ha sido siempre su instrumento preferido.
Hancock ha reconocido a Miles Davis como su músico preferido porque defendía el principio básico del jazz, que consiste en tocar el momento, no el pasado
Aprendió a tocar el piano a la edad de siete años y pronto se convirtió en un prodigio, tocando como solista el primer movimiento de un concierto para piano de Wolfgang Amadeus Mozart a los once años con la Orquesta Sinfónica de Chicago.1 Tras estudiar en el Grinnell College (época en la que escucha a Oscar Peterson y Bill Evans), Hancock fue invitado en 1961 por su descubridor Donald Byrd a unirse a su grupo en Nueva York; más tarde, Blue Note le ofreció un contrato individual. En su álbum de debut, Takin' Off grabó la canción Watermelon Man (‘el hombre sandía’), que anteriormente había sido tocada por el gran percusionista Mongo Santamaría
En mayo de 1963, Miles Davis le pidió que se uniese a su banda para las sesiones de Seven Steps to Heaven; se quedó con él durante cinco años, lo que le hizo perder parte de su estilo en favor de una absorción de las directrices musicales de Davis (importancia del silencio y el espacio, concepto del tempo como algo esencial al jazz), quien incluso le sugirió pasarse al piano eléctrico Rhodes. Por su parte, Hancock aportó a la música de Davis un sonido amplio, audaz y a la vez agradable, con marcadas raíces en el blues.
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